martes, 26 de marzo de 2013

Jean-Michel Basquiat

No sé nada de arte, sin embargo, al ver la película biográfica que realiza el director Julian Schnabel de Jean Michel Basquiat, me llamó la atención el estilo tan peculiar de ese artista abstracto norteamericano.


Se dice que Basquiat (nombre apellido bastante llamativo, parece de un personaje importante, histórico) era un artista abstracto durante la década de 1970 y finales de 1980, que inicio realizando grafitis por las calles del céntrico e importante Soho, escribiendo frases que parecían sabias, bajo el seudónimo de SAMO. Aunque su padre era una persona de clase media, Basquiat vivía en una caja de cartón a mitad de un parque desde los 17 años de edad, hasta que se volvió famoso. Se dedicaba a la música, con un grupo formado por sus amigos. Basquiat era un hombre que atraía a las mujeres de todo tipo, tal vez por su misticismo o por su persistencia para pedirles una cita.

Lo llamativo de Basquiat fue la forma en que logró colocar su arte en galerías de exposición artística cuando era apenas un joven de 20 años, con su llamado "arte ignorante" (según sus palabras en la película) Basquiat se hace millonario vendiendo sus piezas, haciendo exposiciones en el extranjero, en países como Francia, Inglaterra, Alemania y Holanda. Sin embargo, la critica especializada en arte no estaba convencida con su estilo, dándole siempre criticas muy duras, algunas discriminativas, llamandolo un artista primitivo. Su final llega en 1988 provocado por una sobredosis de heroína a la edad de 27 años.

Su arte me recuerda las pictografías de las antiguas civilizaciones humanas, traidas a un contexto contemporaneo, con simbolos, letras, tachaduras, enmendaduras y números. El abstracto mundo de Basquiat representa una conexión entre los primeros movimientos artisticos, hasta los más inovadores de su época. Los que saben lo relacionan con Van Gogh, Picasso, Pollock, Da Vinci. Yo veo sus pinturas como una explosión de movimientos, el hombre afroamericano en medio de todo esa maquinaria incesante de palabras, númeraciones, objetos y símbolos que muestran a la sociedad como algo sin forma, llena de posibilidades y desafíos (esto último no lo creo tanto).

Lo mejor que puedo rescatar de Basquiat, es que despertó mi interés por los cuadros, en particular en lo abstracto. A mi siempre me a gustado lo minimista,  lo realista (no sé si exista eso), pero tal vez es tiempo de abrir mis perspectivas.

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